En lo que se considera un acontecimiento sin precedentes para la industria financiera, el Congreso de Estados Unidos dio luz verde a la primera normativa nacional completa sobre criptomonedas. Apoyada por legisladores de ambos partidos, esta iniciativa crea una regulación para las stablecoins, una clase de criptomonedas respaldadas por activos fiables como el dólar, y representa una transformación importante en la actitud del país respecto al ámbito de los activos digitales.
La normativa, conocida como Ley Genius, es la pionera de tres propuestas relacionadas con las criptomonedas que han progresado en el Congreso recientemente. Se prevé que el presidente Donald Trump, quien ha manifestado un interés cada vez mayor en este ámbito, rubrique el documento esta semana, reafirmando así un cambio estratégico hacia el refuerzo del sector cripto en Estados Unidos.
De la exclusión a la formalización
Durante mucho tiempo, las criptomonedas fueron consideradas con desconfianza por una gran parte del sistema político y económico de la nación. No obstante, el constante aumento en su adopción, el crecimiento de las stablecoins como medios de intercambio, y el incremento de la inversión por parte de instituciones han propiciado una reevaluación de su gestión legal y económica.
La Ley Genius establece que las stablecoins deben estar respaldadas por activos de bajo riesgo en una proporción equivalente, lo que busca dar mayor confianza a los usuarios y reducir la volatilidad del mercado. Este tipo de activos digitales se utilizan frecuentemente para facilitar el intercambio entre distintos tokens dentro del ecosistema cripto, y su popularidad ha crecido considerablemente en los últimos años.
Con esta legislación, se da un primer paso hacia la creación de un entorno regulado, en el que las criptomonedas puedan operar con mayor claridad jurídica y bajo la supervisión de las autoridades correspondientes.
Tensiones y críticas en el Congreso
Aunque se ha dado luz verde, la legislación ha sido un tema de acalorado debate. Por un lado, quienes la apoyan aseguran que proporcionará seguridad jurídica y fomentará la innovación en el ámbito financiero, mientras que, por otro lado, los críticos señalan los posibles peligros que podría representar tanto para el sistema financiero como para los consumidores.
Un importante debate surge respecto a la posible aceptación de plataformas tecnológicas que actúen de forma parecida a instituciones bancarias, sin estar bajo las mismas normas regulatorias. Los críticos también advirtieron sobre la insuficiencia de mecanismos sólidos para resguardar a los usuarios en situaciones de colapso de una empresa emisora de stablecoins.
Grupos de defensa del consumidor expresaron su inquietud en una carta dirigida al Congreso, en la cual señalaron que esta legislación podría causar una errónea sensación de protección entre los consumidores, promoviendo la expansión de activos digitales sin una regulación bancaria rigurosa.
Una visión más amplia promovida por la Casa Blanca
La aprobación de esta ley se enmarca en un contexto más amplio de posicionamiento estratégico de Estados Unidos frente a las criptomonedas. En meses recientes, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para crear una “reserva estratégica” de criptomonedas, incluyendo al bitcoin, y estableció un grupo de trabajo presidencial para elaborar nuevas normativas relacionadas con el sector.
Además, se discute una orden presidencial que permitiría invertir fondos de jubilación en activos privados como criptomonedas, oro y capital privado. Esta serie de medidas apunta a consolidar el papel de Estados Unidos como líder global en innovación financiera, particularmente en el terreno de las tecnologías descentralizadas.
El mensaje de Trump ha cambiado significativamente desde sus comentarios iniciales, cuando describió a las criptomonedas como un fraude. Actualmente, con el respaldo claro de una gran porción del sector digital, aboga por un futuro donde la nación se transforme en “el líder global de las criptomonedas”.
Progreso legislativo detenido
Mientras tanto, los otros dos proyectos de ley vinculados al ámbito cripto, que ya fueron aprobados por la Cámara de Representantes, están a la espera de debate en el Senado. Estos buscan, por un lado, impedir la creación de una moneda digital por parte del banco central estadounidense, y por otro, establecer normas para otras formas de activos digitales.
Sin embargo, expertos en política ven poco probable que estas propuestas prosperen en el futuro cercano, debido al ambiente político polarizado y la dificultad técnica de las normativas pendientes. Actualmente, la Ley Genius simboliza el progreso más tangible y relevante en la legislación de Estados Unidos sobre criptomonedas.
Una nueva etapa para el sistema económico
El inicio de esta legislación representa un cambio significativo. Además de su efecto inicial sobre el mercado, sienta un precedente en cómo las entidades enfrentan la modernización digital del ámbito financiero. La normativa sobre stablecoins es solo el comienzo de un proceso más extenso que reconfigurará la relación entre el Estado, el dinero y la tecnología.
A medida que la innovación continúa moldeando las reglas del juego económico, Estados Unidos da señales claras de su intención de liderar este cambio, estableciendo un marco que combine seguridad jurídica, apertura al desarrollo tecnológico y protección al consumidor. La Ley Genius es, sin duda, el primer paso en ese camino.